El ciberacoso no es muy diferente del infame acoso que tiene lugar en el patio de la escuela. Tiene la misma implicación psicológica y social que crea inseguridad en la mente formativa de los niños. Lo que hace que el ciberacoso sea un poco más intenso que el acoso común es que no se limita al patio de la escuela.
Según una encuesta llevada a cabo en 2015, el 34,4 % de los estudiantes entre 11 y 15 años han sido víctimas de ciberacoso. Esto incluye a los niños que han recibido amenazas en línea en las que aseguran que los lastimarán, que divulgarán rumores sobre ellos, que harán comentarios malvados o hirientes o bien publicarán fotos de ellos en línea.
Esta avalancha de mensajes de odio persigue a los niños a dondequiera que vayan. Dado que no les dan un respiro, muchos niños evitan la interacción con los adultos y sus compañeros, sus calificaciones bajan, muestran enojo, sufren depresión, se hacen daño a sí mismos y, en casos extremos, recurren al suicidio. A los niños no les gusta hablar sobre estos incidentes. A menudo les avergüenza admitir que son víctimas de ciberacoso o no saben que lo que les está sucediendo es un tipo de ciberacoso. También sienten que nadie entenderá lo que están sufriendo y tratarán de afrontarlo por su cuenta.
Los padres, educadores y cuidadores necesitan identificar las señales de ciberacoso y hacer todo lo necesario para ayudar a las víctimas. Bombardearlos con preguntas como "¿te están acosando?", solamente conseguirá alejarlos aún más. En cambio, averigüe cómo fue su día en la escuela. Pregúntele, "¿con quién almorzaste?" o "¿sobre qué hablan ahora los niños en la escuela?" La mayoría de niños responderá con una respuesta que le dará una idea sobre lo que está sucediendo en la escuela.
A continuación, encontrará algunas formas en que los padres pueden hablar con sus hijos sobre el ciberacoso:
1. Converse
Pregúntele a su hijo qué sabe sobre el aumento del ciberacoso. A los niños no les gusta hablar sobre el hecho de que son víctimas. Es mejor hablar de un incidente que se reportó en las noticias y ver cuál es la opinión de su hijo al respecto.
2. Asegure
Ofrézcale apoyo. Asegúrele a su hijo que usted lo apoyará si eso le llegara a suceder, incluso si de cierto modo él o ella es responsable. Hágale saber que usted mantendrá la confidencialidad de todas las conversaciones que tengan y que no intervendrá a menos que sea absolutamente necesario.
3. Establezca normas para Internet
Todos los hogares deben establecer ciertos lineamientos y normas para el uso de la tecnología. Además de la cantidad de tiempo que los niños pasan en línea, enséñeles un protocolo de Internet. Es tan sencillo como esperar que se comporten en línea de la misma forma que lo harían en la vida real. Esto significa que no debe:
- Utilizar el teléfono celular o computadora de otra persona sin su permiso
- Circular fotografías o videos vergonzosos de otra persona
- Reenviar mensajes o medios hirientes o embarazosos
- Usar nombres de usuario anónimos o irreconocibles para comunicarse
- Usar lenguaje grosero o abusivo que pueda avergonzar o lastimar a otros
4. Explique
Trate a los niños como adultos cuando les explique las normas. Hágales saber por qué se aplican en primer lugar. El uso de la tecnología es un privilegio y debe manejarse con responsabilidad. Hágales entender que romper las normas tiene consecuencias que van más allá de su control. Hay leyes que protegen a las víctimas de la delincuencia informática.
5. Seguridad ante todo
Hable con ellos sobre la importancia de la seguridad cibernética. Mantenga sus computadoras de escritorio, computadoras portátiles y teléfonos celulares con un paquete de seguridad completo para proteger a los niños de las amenazas en línea. Anime a sus hijos a bloquear e ignorar a personas que envían mensajes de odio.
6. Muestre empatía
Hágale saber a su hijo que usted entiende que existen dos versiones para cada historia y que hará todo lo posible por apoyarlo. Si su hijo conoce a alguien que es víctima de acoso, anime a su hijo para que convenza a la víctima de reportar el incidente a la dirección de la escuela.
Recuérdele a su hijo que no hay por qué avergonzarse cuando él o ella es víctima de ciberacoso. Los ciberacosadores son quienes deberían avergonzarse de sus acciones. Son personas insatisfechas que quieren tener control sobre los sentimientos de su hijo para que él o ella se sienta igual que ellos. Siempre hay una solución para cada problema en la vida. Así que, en lugar de detenerse en ello, anime a su niño a participar en las actividades que le entusiasman, como deportes, pasatiempos o salir con amigos de pensamiento positivo. Y si es necesario, busque ayuda de padres, maestros y adultos de confianza; ellos lo apoyarán.
¿Quiere saber más sobre el ciberacoso? Lea nuestro blog ¿Qué es el ciberacoso?